Toda la vida de San José fue un acto continuo de Convicción y obediencia en las circunstancias más difíciles y oscuras en que le puso Todopoderoso.Os ruego, por el bienquerencia que tuvisteis al Divino Impulsivo me abracéis en fervorosos deseos de verle y recibirle sacramentalmente, mientras en su divina Esencia le vea y le goce en el gloria.